domingo, 27 de mayo de 2012

PORTUGAL



Primer Viaje
La primera vez que fui a Portugal fue en 1999. Viajamos un grupo en coche dirigiéndonos hacia Lisboa como destino final, con una sola parada en:
EVORA
Es una pequeña y bien conservada ciudad, declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Hicimos una parada técnica solamente, por lo que nada más nos dio tiempo a dar un corto paseo por la plaza central, adoquinada, y bien conservada  
LISBOA

Nos costó mucho encontrar un hotel que no fuera excesivamente caro. Pero al final tuvimos suerte y pudimos quedarnos en uno que se encontraba muy céntrico.
El viaje era de un fin de semana, por lo que solamente nos dio tiempo a ver lo más importante y conocido:
  Convento de los Jerónimos, con su bellísimo interior y el claustro; la torre de Belén y el monumento a los conquistadores en la desembocadura del Tajo; el barrio de Alfama y el centro más céntrico, es decir, la plaza del Rossio y la plaza del Comercio. 
En los siguientes viajes, vuelvo a estos mismos lugares, por lo que comentaré sobre ellos de nuevo


Segundo viaje
Fue en el puente de diciembre de 2007. El viaje era organizado por una agencia y duraba una semana. Viajé .Nos costó mucho encontrar un hotel que no fuera excesivamente caro. Pero al final tuvimos suerte y pudimos quedarnos en uno que se encontraba muy céntrico.
El viaje era de un fin de semana, por lo que solamente nos dio tiempo a ver lo más importante y conocido:
  Convento de los Jerónimos, con su bellísimo interior y el claustro; la torre de Belén y el monumento a los conquistadores en la desembocadura del Tajo; el barrio de Alfama y el centro más céntrico, es decir, la plaza del Rossio y la plaza del Comercio. 
En los siguientes viajes, vuelvo a estos mismos lugares, por lo que comentaré sobre ellos de nuevo.
on mi hija Ana y fue mi regalo de cumpleaños para ella, que cumplía 25 años.
Aunque era un viaje en autobús no se hizo nada pesado porque el guía era “una caña”, según decía Ana. No paraba de hablar y hacer chistes y, de paso, contaba la historia de forma muy amena y divertida.
Era un circuito por todos los alrededores de Lisboa y por tal motivo el hotel estaba aproximadamente equidistante de todos ellos (a 70 Km. de la capital), en la ciudad de:
PENICHE
Está en la “punta de la nariz” del mapa de Portugal. Allí se encontraba nuestro buenísimo hotel, con vistas al mar desde la terraza de nuestra habitación y con una playa inmensa por la que poder pasear.
Un día por la tarde, al regreso de una excursión, el guía nos hizo un regalo: nos llevó a ver unos acantilados cercanos al hotel, que no estaban incluidos en el circuito turístico, pero que resultó ser unos de los más bellos paisajes del viaje. Hice una foto de un peñasco solitario, lleno de gaviotas y rodeado de bravas olas del mar, que resultó ser un símbolo precioso y me sirvió durante mucho tiempo de fondo de escritorio en mi ordenador (foto de presentación).
FÁTIMA
Lugar de peregrinación de los católicos, con una blanca basílica rodeada de un inmenso parque y delante una gran plaza para dar acogida a los miles de fieles que van allí a rendir culto y pedir milagros.
Hay un santuario dentro de la plaza en donde la gente rodea la capillita en la que dicen que se apareció la virgen a los pastorcillos.

ÓBIDOS
Es un pequeño pueblo amurallado que conserva un acueducto en perfecto estado (300 años a.c.). Todas las casas están adornadas de flores y las calles empedradas, recordando su origen medieval por todo el pueblo.
Es famoso un licor hecho aquí que dicen que es afrodisíaco y que se toma dentro de una copa de chocolate (que se come después de beber el licor) que también es afrodisíaca. Total, que toda la gente del circuito (sobre todo la gente viejecita) fue como loca a comprar ese licor con lo que casi se agotaron las existencias en las tiendas de souvenirs.
ESTORIL y CASCAIS
Son dos ciudades costeras, una pegada a la otra, que reúnen lo más selecto del turismo de élite. Casas señoriales marcan la carretera central por la que circulamos y que apenas se ve por causa de una pertinaz niebla que nos acompaña todo el camino. A través de la niebla se adivina el inmenso mar o eso parece. Pero no, no es el mar, el guía nos dice que es el Tajo antes de su desembocadura ¡tremendo río!.
En Estoril la parada la hacemos frente a su famoso casino de juegos, rodeado de jardines y que recibe la visita de personajes de relevancia, como por ejemplo el rey Juan Carlos I, que tiene una suite reservada, dicen.
Seguimos hacia Cascais y nos explica el guía que esta zona de playa se conoce como Boca del Infierno por las rocas sobre el mar, cuyos túneles y fuerte oleaje producen un rugido tal que merecieron ese nombre.
Aquí pasamos un poco más de tiempo y podemos pasear por el centro peatonal, lleno de tiendas y pequeños puestecitos de venta ambulante.
Al final del paseo se divisa una pequeña cala con rocas y bonitas vistas, en donde Ana y yo hacemos un montón de fotos.
Dice la guía que éste es un lugar ahora agradable pero que en verano está tan lleno de gente que no se puede dar un paso.
SINTRA
Aquí nos llevamos una decepción porque pensábamos que íbamos a visitar el famoso Palacio da Pena pero nos dice la guía que está muy alto y la carretera es estrecha, por lo que no pasan hasta allí los autobuses y hay que subir en taxi. Nos llevan a otro palacio, que la verdad es que vale la pena y tiene una arquitectura muy curiosa: dos torres de forma cónica que parecen chimeneas. Por dentro también vale la pena verlo porque está lleno de bellos artesonados y muebles de gran belleza ornamental.
Al salir del palacio vamos todo el grupo directos a comprar los famosos pastelillos de hojaldre que están buenísimos y de los que me llevo una cajita para regalar. Damos un pequeño paseo para admirar las bonitas vistas que nos rodean y enseguida volvemos al autobús.
La ciudad es Patrimonio de la Humanidad. Está rodeada de bosques y en un lugar alto, a 600 metros sobre el mar.
COIMBRA
Bonita ciudad, por la que transcurre el río Mondego , por cuyas orillas hay un magnífico paseo de grandes árboles de hoja caduca, donde nos damos un largo paseo Ana y yo.
Los lugares que visitamos son :
-Iglesia de Santa Clara, en un alto desde el que se divisan unas bonitas vistas de la ciudad. Allí está enterrada la reina Isabel de Portugal, cuyo cuerpo se halla incorrupto según descubrieron después de abrir su sepulcro en el año 2000.
-La Universidad, que es una de las más antiguas de Europa y que le da vida a esta ciudad llena de estudiantes, que conservan antiguas tradiciones como la de tener su uniforme cada facultad, con su toga correspondiente.
La Biblioteca es magnífica. Nos cuentan que para limpiar los libros de bichos hay murciélagos ¡qué horror! que durante el día duermen entre las estanterías. Parece una historia de terror pero insisten en que es verdad. Por las mañanas, cuando entran los bibliotecarios, se encuentran restos de sangre en las sábanas que han puesto para proteger las mesas y muebles, porque los murciélagos pueden comerse entre sí. A día de hoy todavía me parece mentira esta historia tan espeluznante.
Las calles de la ciudad mantienen aires medievales y empedrado como en tantas otras ciudades de Portugal.
LISBOA
Este viaje saboreo más la ciudad porque hay que visitar más de una vez los lugares para adentrarse y conocerlos mejor.
Lo primero que visitamos es el Monasterio de los Jerónimos, una joya del arte manuelino, que es una belleza por dentro y por fuera. Luego nos dirigimos a la desembocadura del Tajo y vemos la famosa Torre de Belen y el monumento a los conquistadores. Desde aquí se ve el grandioso puente 25 de abril. Y no hemos olvidado una cosa: comer los famosos pastelitos de Belen ¡qué cosa más rica!  Y menudas colas hay para probarlos. Son un auténtico monumento gastronomico que nadie puede perder.
Vamos por el centro, la plaza del Rossio, vemos una bonita vista de la ciudad desde un alto y abajo del todo vemos el monumento al marqués de Pombal, subimos al barrio de Alfama en un típico tranvía, de bajada vemos la catedral vieja y, al final, Ana y yo nos sentamos un buen rato en la grandiosa plaza del Comercio, en un banco al lado de la famosa estatua ecuestre del rey José I.
MONASTERIOS DE BATALHA Y ALCOBACA
El último dia del circuito lo dedicamos a visitar estos dos monasterio, a cual más bello y de mayor riqueza artística e histórica. Delante del monasterio de Alcobaca nos hacemos una foto todo el grupo.
El Monasterio de Batalha está declarado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es de una grandiosidad espectacular. Merece la pena pasear por sus claustros y recorrer todos sus rincones. Un lugar poco conocido pero que nadie debería perderse es la capilla inacabada, de una belleza espectacular.

El regreso a España fue tan divertido como la ida y los viajes de las excursiones. Jugamos a montones de juegos Ana y yo e incluso se incorporaron compañeros del grupo, con los que hicimos una buena relación y nos intercambiamos direcciones para mantener el contacto. Ha resultado un viaje de lo más agradable.

    Tercer viaje
Fue en agosto de 2011,  junto a mi hermana Charo. El viaje era en autobús y comenzaba por Galicia para continuar hacia Portugal.
OPORTO
El primer lugar que visitamos es esta bonita ciudad caracterizada sobre todo por sus magníficos puentes, que atraviesan el caudaloso rio Duero y la unen a la ciudad de Gaia.
Visitamos la catedral, sobre un lugar elevado y desde cuya plaza y, después de visitar el interior del templo, nos asomamos y podemos ver la ciudad desde lo alto, con los tejados rojos de sus casas y estrechas callejuelas.
Después nos llevan a comer a un restaurante con un montón de gente, griterío a tope pero la comida no está mal y yo tomo un plazo con el famoso bacalao portugués. Al salir de aquí nos dejan tiempo libre ante dos conventos, “el de los pobres y el de los ricos” cuya fachada exterior está decorada con preciosos azulejos azules (los típicos de Portugal) y cuyo interior (de ambas) son de una riqueza extrema. Refulge tanto el oro que somos incapaces de averiguar por qué a una la llaman de los pobres. Luego nos lo explica la guía, mientras vamos hacia la famosa librería Lello, donde rodaron algunas escenas de la película de Harry Potter.
                La última visita es a las bodegas del vino Oporto, en donde nos brindan más de una copa  y son tan buenas que hay quien sale bailando. Todo el mundo compra con alegría ¡ole!
  Tras la visita a Oporto, nos dirigimos a nuestro nuevo hotel, que se encuentra en el pueblo de Fátima y que está a unos minutos de la Basílica de Ntra. Sra. del Rosario.

LISBOA
Nos dan una vuelta con el autobús para apreciar una panorámica de esta bonita ciudad a orillas de la desembocadura del Tajo. Vemos el famoso puente y el Cristo con los brazos abiertos a semejanza del que está en Río de Janeiro.
La primera parada es frente a los Jerónimos, maravilla del arte manuelino, único en el mundo. La fachada es espectacular y el interior también. Después pasamos al claustro. Antes de esta visita obligada en Lisboa, hemos ido a tomar los famosos pastelitos de Belén ¡que ricos!!!!!!! A Charo le han gustado tanto como a mí la primera vez que los probé y todas las veces que he estado en Lisboa ha sido visita obligatoria esta pastelería, pero en mesa, con su chocolatito y todo. Acabas antes si te los sirven que si te pones en la interminable cola que hay para comprarlos y llevar.
Después de los Jerónimos visitamos la famosa Torre de Belén
A continuación nos llevan hasta la plaza del Rossio y allí nos dan tiempo libre.
Como no hay más que dos horas, pensamos que no nos da tiempo a subir en tranvia hasta el barrio de Alfama, ni subir en el ascensor de Santa Justa, pero nos paseamos por el bonio recorrido que hay entre la plaza del Rossio y la gran puerta que da a la plaza del Comercio, frente a la espectacular desembocadura del río.
Antes de iniciar este paseo, vamos a ver la iglesia de San Francisco, que nos ha aconsejado la guía y no nos arrepentimos porque permanecen en ella las huellas de las guerras y nada más abrir la puerta, te quedas petrificada ante ese espectáculo de horror. Esta visita ha sido muy interesante para mi porque ha sido el único lugar que no conocía.
NAZARÉ
El día amanece muy nublado y apenas se ve la carretera, que tiene muchas pendientes peligrosas! Pero el chofer es muy bueno.
Llegamos a Nazaré, a lo más alto del pueblo, donde hay una pequeña capilla y una iglesia, pero lo mejor de todo son las impresionantes vistas de la playa y del pueblo que hay desde este peñasco.
Este lugar también es nuevo para mí pero no lo puedo disfrutar plenamente porque hace mucho frio y viento. Cuado bajamos paseamos por la playa y visitamos un mercadillo que hay al lado, en donde probamos las famosas croquetas de bacalao, que dicen que son las mejores del mundo. La verdad es que estaban muy buenas.

                                                                        BATALHA
ciudad famosa por su espectacular MONASTERIO, que visitamos y llegamos hasta la capilla inacabada, que mucha gente no conoce y por eso está casi vacía, por lo que se disfruta todavía más de su peculiar belleza.

Portugal es un país que rebosa historia y arte. Por ese motivo no me importa viajar allí para pasear por lugares que ya conozco porque siempre descubro algo nuevo y emocionante. Además, está al alcance de la mano, muy cerca y se puede hacer una escapada allí sin apenas tener que pensarlo ni preparar maleta. Seguro que volveré de nuevo, sobre todo para conocer el Sur, el Algarve.

miércoles, 23 de mayo de 2012

POLONIA


     POLONIA 

La visita a este país se enmarca dentro de las escalas del crucero que hacemos con Pullmantur en agosto de 2010.
Las ciudades visitadas son: GDYNIA, SOPOT Y GDANSK.
La primera es el puerto donde atraca el barco. Hacemos una panorámica en el autobus de esta ciudad importante sobre todo porque es muy rica e industrial; la siguiente ciudad visitada de igual manera, es SOPOT, la más pequeña de las tres, es una ciudad famosa por sus playas y balnearios; por último la ciudad de GDANSK, la más grande y con mayor número de habitantes (cerca del medio millón).
GDANSK
Es una ciudad que me sorprende porque no esperaba encontrar tanta riqueza artística en sus calles, edificios decorados, plazas acogedoras y monumentos de gran valor.  
Llegamos precisamente un día en que hay una fiesta popular y la música es la protagonista de sus calles. Pasear es una delicia y tomamos un refresco en la famosa calle Mariacka, en una terraza, frente a la casa que frecuentaba en su juventud Copérnico, y escuchando a una chica tocar el violín de forma muy apasionada y profesional. Es una delicia de lugar esta calle empedrada de bonitas casas con flores bordeando las escaleras que les dan acceso y con puestecitos de venta de souvenirs y sobre todo de ámbar.
Cerca están los siguientes lugares de interés:
-Iglesia de Santa María, grandiosa, con su torre de 80 metros de altura y con gran riqueza artística en su interior. Pasamos a visitarla pero está en plena obra de rehabilitación y hay muchos espacios cerrados.
-Ayuntamiento, con su cúpula de aguja, es un edificio que alberga en su interior salas de gran belleza pero que no nos dio tiempo de visitar por dentro.
-Residencia de Artus,  importante lugar de encuentro en la época medieval y que conserva una bellísima y blanca fachada, muy fotografiada por los turistas.
-Fuente de Neptuno, figura de bronce que es un símbolo de la ciudad.
Todos estos lugares están en el centro de la ciudad. Un poco más alejados de este punto y bordeando el río Motlawa, encontramos la famosa Grua, también símbolo de la ciudad que cumplía la función de puerta de vigilancia en el pasado y también la de grua portuaria.
Volvimos a tomar el autobús para visitar la famosa catedral de Oliwa
Se trata de una iglesia muy original por su muy estilizada figura, con dos torres acabadas en cúpulas de aguja de color verde altísimas. En su interior era protagonista el color blanco y la sobriedad. Allí  pudimos disfrutar de un emocionante concierto interpretado con su espectacular y famoso órgano.
Nos reunimos todo el grupo nuevamente en la plaza y se desata una tormenta que nos deja empapados en el poco trozo que tenemos que recorrer hasta coger el autobús de regreso al barco. En este rato de vuelta a casa, la guia nos pasa una serie de fotografías que recogen momentos históricos protagonizados por el Sindicato Solidaridad en sus años de lucha contra el gobierno comunista del momento.

Ha sido un recorrido mucho más emocionante de lo que yo esperaba. Quiero volver a Polonia pero, claro está, la próxima vez incluiré en el recorrido las ciudades de Varsovia, Cracovia y la famosas minas de sal.


martes, 22 de mayo de 2012

OSLO



La visita a la capital de Noruega estaba enmarcada en un amplio circuito por Escandinavia que realicé en agosto de 2003. Yo no albergaba ningun interés especial por conocer esta ciudad pero me asombró porque me reservaba grandes sorpresas y, tanto es así, que le dedico un capítulo específico aparte.
La primera sorpresa fue lo agradable de pasear por sus tranquilas calles. Es una ciudad pequeña, con no más de medio millón de habitantes, que se encuentra ubicada en lo más profundo del fiordo y está rodeada de bosques. Agua y vegetación por todas partes, garantizan la belleza constante allá por donde camines.
Puntos de interés para visitar son:
-Parlamento, un edificio de formas redondeadas, sin estridencias, sencillo y original, con un gran parque frente a él invitando a la gente a contemplarlo.
-Catedral, muy cerca de lo anterior y también rodeada de jardines donde pasear.
-Ayuntamiento tan original, austero y potente, con sus dos torres marrones y cuadradas presidiendo el puerto y que pueden observarse mientras paseas por un muelle en el que hay múltiples lugares donde sentarte y disfrutar de buenas vistas, pues la ciudad se vuelca en el mar, bordeado de paseos y jardines. 
Es aquí donde se entrega todos los años el premio Nobel de la Paz.
-Museo de pintura en el que se encuentra el famoso cuadro de Munch “El grito” y otras obras del mismo autor que no conocía y que me impactaron tanto como su conocido cuadro. Hay obras de otros pintores que eran completamente desconocidos para mi, como Christian Krohg, que me conmovieron profundamente como nunca me había ocurrido ante una pintura. Si regreso alguna otra vez a Oslo, no dejaré de visitar nuevamente este musero, pero para pasarme allí un día completo.
-Parque de Vigeland.
Yo sabía que este parque era un símbolo de la ciudad, pero no comprendía por qué era tan famoso. Cuando estás ahí lo comprendes. Las esculturas que aquí se exponen fueron creadas en el periodo comprendido entre 1907 y 1942 y representan momentos de la vida de las personas y sus estados emocionales. Tienen tal expresividad que consiguen crear en quien las contempla ese mismo estado de ánimo que representan.
El nombre correcto del parque es FROGNER pero se conoce generalmente por el nombre del artista que realizó todas las esculturas e incluso diseñó los espacios. Gustav VIGELAND (1869-1943), artista noruego, quien trabajó a lo largo de 40 años modelando las esculturas que desde el año 1950 puede disfrutar el público.
El parque ocupa una superficie de más de 300.000 metros cuadrados y en él se encuentran expuestas 212 esculturas compuestas en total por 650 figuras. Es un museo al aire libre que no tiene parangón.
Los conjuntos escultóricos más importantes son:
-Una grandiosa Fuente de bronce que incluye una serie de esculturas de grupos humanos en granito.
-Un Monolito, que es el punto más alto y visible del parque, con una altura de 17 metros, consiste en una espectacular columna compuesta por 121 figuras esculpidas en un único bloque de granito, en donde aparecen representadas emociones humanas que van desde la tristeza y desesperación hasta la alegría y la esperanza. Todas las figuras están ligadas entre sí como sosteniéndose y ayudándose para no caer.
Esta columna se encuentra en lo alto de una gran escalinata circular decorada con impresionantes grupos de figuras humanas también en granito. 
Por último y rodeando la plaza del monolito, hay un total de 8 puertas de hierro forjado decoradas con grupos de figuras humanas.
Además de admirar arte, en este grandísimo parque se puede pasear y descansar por sus múltiples avenidas, su cuidado cesped y rosaledas con flores de todos los colores,  todo ello salpicado de banquitos donde sentarse por los rincones más entrañables.

En definitiva, este parque es un museo al aire libre, emocionante como ningún otro, espectacular y entrañable.

domingo, 20 de mayo de 2012

NORUEGA



Visitamos Noruega dentro del circuito que, en agosto de 2003, recorría los Fiordos y Glaciares además de visitar las principales ciudades de Escandinavia.
Creo que los paisajes noruegos son los más espectaculares que  he visto hasta ahora. Estoy pensando en los Fiordos, en particular en el de Geiranger; pero no sólo los fiordos, son también preciosos los valles y bosques, con sus casitas de madera y el tejado lleno de verde hierba. Todo es agua y vida en Noruega.
BERGEN
Era nuestro primer destino y aquí aterrizó el avión.
La ciudad es pequeña y acogedora. Lo más conocido es la zona del puerto, donde hay mucho ambiente, puestos de venta tanto de comida como de ropa y otras cosas, además de encontrarse ahí el barrio de las casas de madera, perfectamente conservado y que es patrimonio de la Humanidad. El ambiente que no es nada recomendable es el que te encuentras por la noche, con gente joven completamente ebria y cogiéndose a las paredes de los múltiples pubs que hay.
La zona del muelle está rodeada de colinas, con muchos árboles y lujosas casas. Merece la pensa disfrutar del paisaje que se ofrece de la ciudad tras subir en el funicular.
OSLO, la capital
Es una ciudad de la que yo no esperaba nada y no tenía interés en conocer pero que me reservaba grandes sorpresas.
La primera sorpresa fue lo agradable de pasear por sus tranquilas calles y el Ayuntamiento tan original, que puede observarse mientras paseas por un muelle en el que puedes encontrar múltiples lugares donde sentarte y disfrutar de buenas vistas. Es una ciudad además pequeña, con no más de medio millón de habitantes.
La segunda sorpresa fue el Museo de pintura en el que se encuentra el famoso cuadro de Munch “El grito” pero en el que pudimos disfrutar de obras de pintores desconocidos para nosotros pero muy buenos.
Y la tercera y gran sorpresa para mí, lo que me emocionó hasta el punto de no querer salir de ahí fue el parque Vigeland. Sólo este lugar merece capítulo aparte, en la entrada titulada Oslo.
Yo sabía que este parque era un símbolo de la ciudad, pero no comprendía por qué era tan famoso. Cuando estás ahí lo comprendes. Es un inmenso parque que contiene 212 esculturas de granito del escultor al que debe su nombre. Las esculturas fueron creadas en el periodo comprendido entre 1907 y 1942 y representan momentos de la vida de las personas y sus estados emocionales. Tienen tal expresividad que consiguen crear en quien las contempla ese mismo estado de ánimo que representan.
VALLE DE VOSS
Antes de llegar a esta belleza de la naturaleza, pasamos por cascadas, rios y bosques de una vegetación espectacular y todo ello sembrado de pequeñas casitas de madera aisladas y de aspecto acogedor.
Nos alojamos en el hotal Oppheim que estaba delante de un gran lago, que yo podía disfrutar desde la ventana de la habitación y que era de una belleza increíble. El paisaje era tan bonito que algunos compañeros del grupo disfrutaron de una opción turística: subir en helicóptero. Nosotros tuvimos bastante con pasear por los alrededores, de una sencilla y tranquila belleza, además de disfrutar del ambiente agradable del hotel.
Los FIORDOS: GEIRANGER
Es el  más conocido y por el que hicimos el recorrido más completo. Es conocido como el Fiordo de los Sueños y no me extraña porque el recorrido en barco por sus aguas es espléndido: cascadas, montañas llenas de vegetación, el agua tranquila, las gaviotas…..una gozada. Lástima que yo entonces no tuviera una cámara digital como ahora y pude hacer pocas fotos. La de la presentación es cortesía de la familia (mis hermanas Ana, Milu, Mari, Fina y cuñados).
GLACIARES
Nos dejaron al inicio de un camino que nos llevaría hasta la lengua del glaciar BRIKSDAL. Caminamos un buen rato hasta llegar a ese lugar y mereció la pena. Las diferentes tonalidades del blanco del hielo eran increíbles. Una cosa que me llamó la atención fue que la gente se subía al hielo sin reparos a pesar de que el guía nos había advertido de que no lo tocáramos porque la lengua del glaciar avanza y podría aprisionarnos. A mí eso me pareció asombroso y, desde luego, yo no toqué el hielo. 

El viaje por Noruega terminó tras la excursión al glaciar, pero continuaba hasta pasar la frontera con Suecia y adentrarnos en este país, del que hablaré en su correspondiente capítulo.


Son muchas las emociones asociadas a Noruega, empezando por las que me produjo admirar las esculturas de Vigeland en el parque de Oslo que lleva su nombre, siguiendo por los maravillosos paisajes de sus Fiordos y terminando con la inmensa contundencia de los glaciares, con su lengua avanzando inexorablemente. 


                   

MONTENEGRO



Viajamos hasta este país aprovechando el viaje que hacemos en abril de 2010 a Croacia. Pocos kilómetros separan a estos dos países que hasta el año 1991 habían  formado parte de la República Socialista Federal de YUGOSLAVIA. Montenegro continuó unido Serbia hasta que, en 2006 convocaron un referendum cuyo resultado fue la separación de ambos países y el reconocimiento de Montenegro como estado soberano.
La frontera está muy cerca de nuestro hotel, por lo que cambiamos de país en muy poco tiempo, pero los trámites de aduana se demoran mucho más, con lo que el tiempo que ganamos por un lado se pierde con los trámites burocráticos. Pero al fin pasamos.
Atravesamos una gran ciudad, IGALO, famosa por ofrecer importantes servicios sanitarios y aquí es donde venía el presidente Tito a curarse de sus dolencias.
Llegamos al punto principal de nuestro destino, la bahía de KOTOR.  
Es un espectáculo, con sus tranquilas y transparentes aguas, donde se reflejan las montañas, con sus casitas en las riberas y sus famosos islotes, protagonistas de la mayoría de los reclamos turísticos de la zona.
Llegamos a la ciudad de Kotor. Es patrimonio de la Humanidad, con sus callejas estrechas y empedradas. Ni un solo coche te molesta y guarda todo el tesoro de su historia entre bellas casas y palacios. Es tan hermoso este lugar que le dedico un espacio aparte en la entrada que lleva su nombre.
Dejamos esta bonita ciudad para llegar hasta BUDVA, con la mejor playa montenegrina. Almorzamos en un simpático restaurante al lado del mar y luego damos una vuelta por esta ciudad también amurallada y muy bien conservada.
Regresamos a Croacia pero esta vez no por carretera, cosa que me alegra mucho porque las alturas y precipicios por los que hemos pasado a la ida, me han dejado muy mal recuerdo, a pesar de que reconozco que las vistas han sido impresionantes. atravesamos el golfo de Kotor en ferry, volviendo a disfrutar de bellísimos paisajes y  en unos minutos estamos en tierra para volver a tomar el autobús que nos devolverá a Croacia, tras pasar nuevamente la frontera. 
Dejamos las cosas en el hotel y nos vamos a cenar en esta nuestra última noche en un buen restaurante de marisco en Cavtat (muy cerca de Dubrovnik). Una cena de lujo y a buen precio, según los entendidos en marisco. Yo repito con el arroz negro.

Montenegro es un país que promete muy bellos lugares, con unos paisajes impresionantes. Se adivinan lugares para pasar varios días y disfrutar. Una visita tan rápida como la que yo he hecho me ha servido para eso, para pensar en volver.

MÓNACO




Primer viaje.

Sólo vi este pequeño país de paso, cuando hice el viaje a Italia junto con mi hija Ana y los únicos recuerdos que tengo  es el de unos bonitos paisajes, con un mar muy azul de fondo, bonitos jardines y un famoso casino, el de Montecarlo, al que la gente del circuito estaba muy ilusionada por visitar pero que a mi hija y a mí no nos interesaba nada, por lo que no llegamos a entrar y todo lo que vimos fue de manera rápida y superficial.

La segunda vez que visité este principado (el país más pequeño después de ciudad del Vaticano) fue en marzo de 2009 porque el crucero por el Mediterráneo que hacíamos en el Grand Voyager hacía escala en Villefranche y desde ahí se organizaban excursiones para pasar la mañana y conocerlo.
El autobús tomó una carretera que nos llevaba por unas alturas increíbles desde las que divisamos vistas panoramicas de Niza y de muchos pueblos de esta Costa Azul con un mar hoy haciendo gala de su nombre.
Cuando llegamos a Mónaco, lo primero que me llamó la atención fue que bajáramos de un punto alto a otro más bajo de la ciudad en unos ascensores muy cómodos y cuyos pasillos eran de una limpieza increíble. Daba la impresión de que allí no vivía nadie.
Llegamos a una plaza en donde había una pequeña iglesia y el lugar desde donde arrancan las famosas carreras de fórmula 1. Subimos la cuesta, acompañados por una bonita vista del mar plagado de elegantes yates, y llegamos a lo alto, en donde se encuentra el famoso casino de MONTECARLO (llamado así porque este barrio de la ciudad-estado de Mónaco recibe ese nombre). A la izquierda del casino, el hotel Paris, reservado a millonarios, y a la derecha el café Paris, donde cualquiera puede tomarse un café o un aperitivo.
Después de un tiempo libre para pasear por los jardines que hay delante del casino y por los que hay a sus espaldas, volvemos a bajar la cuesta y subimos al autobús que nos va a llevar a ver la catedral y el palacio real. 
Enseguida llegamos porque este país-ciudad mide solo 2 Km de largo. 
El autobus se queda en un magnífico parking con vistas al mar y nos vamos caminando hasta el Museo Oceanográfico de Jacques Custeau. Fuera hay varias curiosidades y siempre la vista del mar que hoy es de un azul intenso.
Seguimos paseando y pasamos por delante de las casas de las princesas Carolina y Estefanía hasta encontrarnos con la catedral, que no tiene nada de particular y en cuyo interior se encuentran las tumbas del principe Rainiero y la princesa Grace, la que fuera famosa actriz de cine.
Tras cruzar una estrecha calle y un arco, se llega a la plaza del Palacio del monarca y desde allí hay unas magníficas vistas a la ciudad y al mar.
Compramos en la tienda de un  español algunos souvenirs y en unos minutos desandamos lo andado y regresamos al autobús, que nos llevará tras un corto recorrido, hasta el puerto y aquí cogeremos las lanchas que nos llevarán al barco.  
Mucho lujo es lo que más destaca de este paraiso fiscal, como no podía ser de otra manera.



MARRUECOS






La primera vez que visito este pais es porque hacemos escala en Casablanca durante un Crucero cuyo recorrido es Barcelona-Casablanca-Canarias-Madeira. Es del 8  al 15 de diciembre de 2008.
Desembarcamos a las 8 de la mañana y nos espera a pie de escalera un grupo de músicos que tocan con instrumentos tradicionales, una música que reconozco y que siempre me ha gustado.
Nos subimos a los autobuses y comienza el tour por la ciudad de
CASABLANCA
Según nos explica el guía Ahmed, que es muy simpático y ameniza la excursión con anécdotas curiosas, esta es la ciudad más importante a nivel económico de Marruecos aunque la capital administrativa está en Rabat y la turística en Marrakech. Es además la 5ª más importante de Africa, con sus 5 millones de habitantes y uno de los principales puertos internacionales.
Es realmente una ciudad con bastante aire europeo y algunos edificios art deco pero se observa el deterioro y falta de restauración.
La primera parada la hacemos en la plaza de las Naciones Unidas, en donde hay una fuente que dicen que presenta unos coloridos muy bonitos cuando está iluminada, pero ahora no la vemos porque no hay ni agua. De todas formas hoy es una fiesta muy importante para los musulmanes : el sacrificio del cordero, que viene a ser como nuestra Navidad y las familias se reunen a comer y a celebrar. Esta fiesta se celebra después de algo más de dos meses después del Ramadán, que este año ha sido en septiembre.
El guía es muy bueno porque nos informa de muchos detalles de las costumbres marroquís y de la religión musulmana. Nos cuenta que sus meses no tienen 31 días ni el año 365, pero no obstante cuentan  con su calendario y con el nuestro. El salario mínimo nos dice que viene a ser de poco más de 200 euros. Las costumbres y modo de vida son muy occidentales y eso de la poligamia es algo fuera del uso común de los marroquíes.
Nos dice también que el idioma oficial según la Constitución es el árabe, si bien todos en las escuelas estudian como segunda lengua el francés. Y la verdad es que la mayoría de anuncios  y nombres de calles y comercios está en ambas lenguas. 
De aquí vamos circulando por las calles, casi sin coches hoy fiesta, y recorremos un barrio residencial, sede de la alta burguesía marroquí, son unos buenos chalets con sus vallas infranqueables y ya cerca, el mar Atlántico. Y encima del mar practicamente (aquí no debe haber ley de costas), hoteles y centros de recreo y deportivos. A lo lejos ya se divisa el monumento más emblemático de la ciudad :
La Mezquita de Hassan II
Es la segunda más grande del mundo (después de la de La Meca) y entre la gran explanada exterior y su magnífico interior, caben unas 100 mil personas. Es el edificio religioso más alto del mundo y construido sobre el mar, lo que fue una heroicidad arquitectónica. Se trata de un proyecto personal del rey Hassan II y se tardó en construirla solamente 6 años, siendo acabada por el año 1996.
Es un monumento imponente, con un interior precioso y construido por un equipo de ingenieros y arquitectos marroquís dirigidos por el arquitecto francés Michel Pinseau.
En el interior de la mezquita pasa el agua y hay algunos lugares de cristal por los que se puede ver los sótanos del recinto en donde están las fuentes para las abluciones. Este recinto es magnífico y una preciosidad. Ahmed nos explica como se hacen la limpieza antes de orar porque si no se purifican no sirve la oración.
Luego entramos a los lavabos y todas las mujeres nos quedamos sorprendidas porque no hay ni uno solo de los que son costumbre en Europa y hay que arremangarse los pantalones.
Después vamos a una tienda céntrica para hacer compras. Allí compro mis típicos souvenirs de todos los viajes: el libro, imanes, bisutería…
Luego nos lleva a una iglesia católica que no tiene nada de particular excepto unas vidrieras que ocupan todo lo largo de la iglesia. Es la de Nuestra señora de Lourdes.
La penúltima parada la hacemos en el palacio real, que es donde se hospeda Mohamed VI cuando viene a Casablanca. Sólo podemos verlo desde fuera y la puerta de entrada y fachada principal es una maravilla.
Acabamos el tour en el mercado de la ciudad, donde venden alimentos y me resulta muy desagradable ver tantos corderos colgando, recien muertos. Paso rápido y mirando al suelo para no verlos en la medida de lo posible.
Llegamos al barco a la una del mediodía  y se puede decir que hemos visto lo más importante de Casablanca, aunque haya sido tan de corre corre.

2º viaje: en octubre de 2010 a MARRAKECHl

Es un viaje de solamente 3 días, pero los suficientes para ver lo más importante de esta turística ciudad: sus murallas, mezquitas, la torre de los libreros, recorrer sus callejuelas y, sobre todo, pasar un día entero en la magnífica
  plaza Djemaa el Fna
Esta plaza es el centro neurálgico de Marrakech y un espectáculo en sí misma, sobre todo al anocher, cuando decenas de grupos forman círculo y empiezan a tocar y bailar danzas marroquís. Cuando nos retiramos de este espectáculo, regresamos al hotel bordeando las murallas y perdiéndonos entre sus calles después de haber probado un delicioso cous-cous vegetariano en su típico recipiente de barro con tapadera cónica.
Sólo por visitar esta plaza por la noche, merece ya la pena el viaje a Marrakech.


sábado, 19 de mayo de 2012

MALTA



Vamos de viaje a Malta aprovechando una oferta de Politours durante el puente del 8 de diciembre de 2009. La duración del viaje es de 5 días solamente.
Es una de las pocas veces en que podemos viajar desde Valencia directamente. El  vuelo es de 2 horas y no llega a hacerse pesado a pesar de que pasamos varios tramos de turbulencias.
El recibimiento de la agencia está muy bien organizado y nos reparten entre los autobuses que hay, tocándonos a nosotros uno pequeño porque nuestro hotel está en SLIEMA, una zona menos turística que St. JULIAN, a donde va casi toda la gente.
Nos hospedamos en el hotel Plevna, un tres estrellas flojito pero que no está mal. A pocos metros del mar, podemos coger ahí mismo cualquier medio de trasporte para visitar la isla. Una pega que tiene es que el agua del grifo no es potable pero no se si es en este hotel o es un problema general de la isla.
El primer día de estancia, bajamos tranquilamente a desayunar, sin prisas, porque la  noche anterior nos hemos acostado tarde, entre sacar las cosas de la maleta y que había tormenta, no he podido dormir hasta tarde.
Tras el desayuno esperamos a que venga la responsable de la agencia para explicarnos algunos detalles de la vida en Malta, los temas relacionados con el trasporte y las excursiones que nos ofrecen.
Después salimos paseando y llegamos al puerto, en donde compramos tickets para hacer un recorrido en bus turistico ya que el frio, viento y a ratos lluvia, son demasiado desagradables para ir paseando.
El recorrido que hacemos nos pasea por diferentes puntos de la isla de MALTA pero solamente nos bajamos en uno: MDINA, porque es el más interesante y además ya se ha hecho la hora de comer. Sigue haciendo mucho viento y frío pero por lo menos ya no llueve.
Paseamos por callejuelas empedradas y con palacios medievales por doquier, de una elegancia sobresaliente, con balcones pintados de colores y plazas amplias muy bellas. Hay montones de museos y lugares para comprar o tomar algo pero tenemos que ir directamente a comer porque el último bus turistico pasa a las 4 y son casi las 3. 
Comemos unas pizzas buenísimas en un  restaurante muy elegante, decorado con detalles medievales pero cuyo precio es de lo mas asequible, más barato incluso que en Valencia y además probamos la cerveza de aquí, con muy poco alcohol y que está muy buena. Parece servida con gaseosa pero más buena todavía. Yo digo que es la cerveza que más me ha gustado en mi vida. Mas tarde descubriré que es una forma de preparar la cerveza llamada Shandy, que consiste en mezclar cerveza con refresco de limón.
Salimos de este bonito restaurante y nos dirigimos hacia un lugar que fue antigua fortificación y desde la que puede observarse toda la isla de Malta. El frio, viento y el poco tiempo que tenemos no nos permite disfrutar de este bello lugar más que lo justo para dar un vistazo y hacer unas fotos. Cuando llegamos al  bus observamos que nos queda media hora y nos metemos en un restaurante a tomar un chocolate caliente y un capuchino que nos resultan también mucho más baratos que en Valencia.
Cuando volvemos a subir al bus, ya no volvemos a bajar y nos paseamos por los campos, de paisaje típico mediterraneo y por pequeños pueblos, hasta llegar ya de noche, aunque son poco más de las 5 de la tarde, a Sliema, nuestra parada y final de trayecto.
Subimos hacia el hotel, pasando un frio de mil demonios y nos paramos a comprar algun souvenir y botellas de agua y refresco de coco. Ya en el hotel nos ponemos a escribir correos porque en el hotel hay wifi y a leer (hay dos luces que no funcionan pero lo hemos dicho y no nos han hecho caso).  Cenamos en la habitación.
Al día siguiente salimos después del desayuno y nos dirigimos hacia el mar pero en la dirección contraria a la de ayer. Curiosamente, no encontramos el puesto del bus turistico de ayer. Caminamos y caminamos y no llegamos. 
Pero el paseo vale la pena. Vamos bordeando el mar y observamos que en la roca se forman como pequeñas piscinitas que deben de ser una gozada en verano. Seguimos caminando y no encontramos el punto de los barcos sino que llegamos hasta St. JULIAN. Suerte que un bus que pasa por ahí nos para y nos recoge. Vamos a hacer hoy el otro recorrido, el del sur de la Isla, pero empezamos por la capital:
La VALETTA
Es la capital de Malta. Llegamos hasta ella en un bus turístico de estos en que puedes subir y bajar cuando quieras. Nos lleva por el puerto que está lleno de embarcaciones de recreo. Con mucho tràfico coge una calle que va subiendo hasta llegar a unos altos desde los que se divisa una magnífica vista del puerto. 
Nos bajamos en un punto que es la estación central de autobuses, estos tan peculiares de color amarillo  y naranja, dejamos de lado una gran fuente (la de Tritón) y cruzamos unas grandes arcadas que nos meten de lleno en el centro de la ciudad.
Da la casualidad de que se celebra una gran fiesta y está todo lleno de gente, banda de música y una marathon. El gentío es inmenso pero logramos apartarnos bajando por una de esas empinadímas calles que bajan hasta el mar. Encontramos por fin los famosos jardines de Baracca, desde los que puede verse una espectacular vista del puerto y de la gran campana.
Volvemos a subir al centro de la ciudad por interminables escaleras (aquí lo de la accesibilidad no se como lo resuelven para las personas en sillas de ruedas) y cruzamos las famosas calles principales llenas de tiendas y edificios de solera.
Son las 13 horas y pensamos en volver a coger el autobús para bajarnos en un pueblecito de pescadores muy famoso y alli comer. Pero nos perdemos buscando la parada que no encontramos. Finalmente la encontramos pero resulta que es la última hora y ya, si nos bajamos en alguna parada, no tendremos autobús que nos recoja.
Total, que decidimos subir al bus y ya hacer el recorrido que queda por la isla sin bajarnos a hacer visitas con más tranquilidad.
Así vemos de pasada la Gruta Azul y el pueblecito de pescadores con sus famosas barcas llamadas luzzus Este pueblo de pescadores es Marsaxlokk y hoy tiene un mercadillo inmenso ¡qué pena no poder visitarlo!
Sobre las 5 de la tarde nos dejan en Sliema y ya nos vamos al hotel, en donde nos tomamos una cerveza típica de malta (buenìsima, dulce y con algo que parece gaseosa) y nos conectamos a internet con el wifi del hotel para escribir a casa.
Cenamos en la habitación y nos acostamos prontìsimo porque mañana tenemos la excursión a Gozo.
ISLA DE GOZO
La carretera que conduce desde Sliema hasta el lugar desde donde salen los ferrys que llevan a Gozo es la mejor de las que hemos pisado hasta ahora. Es una autovía aunque generalmente de solo un carril por cada lado.
Dejamos a ambos lados bonitos paisajes y pasamos por la parte más estrecha de la isla, de modo que podemos ver el mar a ambos lados de la carretera.
A un lado de la carretera y un poco alejado, puede verse el pueblecito de Popeye, que es el lugar donde se rodó la película sobre este personaje y que ha quedado como parque de atracciones aunque dicen que está un poco abandonado.

Al cabo de menos de una hora llegamos al embarcadero y cogemos el ferry a Gozo. Hace buen tiempo y la travesía, que dura una media hora, es agradable.
Dejamos a nuestra derecha la isla casi deshabitada de COMINO y se puede observar una costa llena de cuevas y apenas con vegetacion.
Nos acercamos al puerto de entrada a Gozo, una pequeña población cuyo nombre es Mgarr, muy bonito, lleno de pequeñas barcas y en lo alto de la colina se recorta la silueta de afiladas agujas de las torres de dos iglesias.
Enseguida nos recoge un autobús que nos lleva por una carretera que atraviesa pequeños pueblos, puertos pesqueros y un mal extraordinariamente azul. Hace un día muy bueno que se agradece. Casi dan ganas de bañarse en un lugar que parece ser que es famoso por sus clases de buceo. Hay cantidad de escaleras y paseos que terminan en el mar. Debe de ser un lugar muy romántico y fresco para las noches de verano.
Pero el punto al que nos llevan es a los acantilados con grandes rocas abriendo un espectacular arco sobre el mar y conocido como la Ventana Azul.
Es un lugar impresionante, lleno de piscinas naturales que se van haciendo en la roca. Nos lleva la guía a un pequeño embarcadero para que, quien lo desee, suba por el pequeño precio de 3 euros a unas barcas que cruzan la roca y hacen un pequeño recorrido por el otro lado de la ventana. 
En el embarcadero el agua es una balsa transparente, por eso me sorprende que nos pongan a todos los que subimos (6 por barca) chalecos salvavidas. Pero en cuanto cruzamos la roca, por un orificio tan justo que parece que la barca no lo va a poder atravesar, y entramos en el mar abierto, la barca empezó a sortear las olas de un mar que casi podría decirse embravecido (¡pero como salen las barcas con el mar así!). Yo que iba en el primer asiento, en la proa, me sujetaba como podía a los lados y a donde podía porque parecía que iba a salir despedida de la pequeña embarcación que parecía tan poca cosa ante ese oleaje. ¡Que mal lo pasé! ¡qué largo se me hizo el recorrido! Decían que eran aproximadamente 20 minutos pero a mí me parecieron horas…..y no sólo lo decía yo, otra gente también pensó lo mismo que yo y lo pasaron mal, quizás también era por haberme puesto en proa, donde se levantaba más la barca para sortear las olas.
El caso es que una vez regresamos y nos tranquilizamos, yo me acordaba de la gran cantidad de gente que cruza el estrecho de Gibraltar para llegar a Europa en barcas muy parecidas a éstas. Qué tortura deben pasar……..
Terminada la aventura fuimos a dar una vuelta por los alrededores de la Ventana Azul, desde no parecía que el mar fuera tan bravo. Un lugar muy agreste y todavía poco visitado por los turistas. Nuestro autobús era el único en toda la zona.
A continuación la comida en un restaurante en medio del campo, muy agradable y decorado con objetos típicos de la zona. Hasta un Luzzu en la entrada.
Después de comer, visita a la capital de la isla, Victoria, con una muralla bien conservada pero no subimos arriba (desde donde se podía ver una buena vista) porque después de comer lo que nos apetecía era un buen capuchino en una placita muy agradable, entre dos pequeñas iglesias. También pudimos comprobar lo engalanadas que estaban las calles porque celebraban una festividad y aquí la gente es muy religiosa.
Cuando regresamos al ferry ya estaba escondiéndose el sol y pude hacer unas fotos buenísimas (al menos eso me parece a mí). El autobús nos dejo en el hotel pero hoy no nos quedamos a cenar en la habitacion porque, al ser nuestra última noche, queríamos cenar en algun restaurante de comida maltesa.
Efectivamente encontramos dos juntos y entramos en uno de ellos, en donde se podía probar el típico plato suyo que es a base de conejo. Yo, al no comer carne, me pedí unos spaguetti (que por cierto estaban malísimos).
Nuestro último dia en la isla de Malta lo aprovechamos bien porque, como el avión salí por la tarde, dedicamos la mañana a hacer el crucero por el puerto de La Valeta y depués comer en un restaurante, esta vez italiano, a la orilla del mar.
El regreso a Valencia muy bien, hasta me tocó ventanilla y todo. No hubo turbulencias y el niño de la joven pareja, que a la ida llevábamos detrás, esta vez lo llevamos delante pero se portó muy bien. La verdad es que era un niño muy gracioso.
A las 9 de la noche, la hora prevista, llegamos al aeropuerto de Manises.


                                                  







MADEIRA



El Crucero por el Atlántico hace escala en la isla de Madeira, concretamente en su capital, FUNCHAL, el 13 de diciembre de 2008.
La llegada es a las 7 de la mañana y todavía no ha salido el sol. Se ve la isla a lo lejos desde la terraza del camarote y parece un belén de navidad. Todo son lucecitas desde el nivel del mar hasta lo alto de las montañas que se adivinan.
Cuando amanece puede disfrutarse de una vista espectacular Se trata de una isla montañosa y llena de casitas bajas, no se ven edificios altos. Luego la guia de la excursión nos explicará que solamente un 25 % de la isla está construido, lo demás es verde y patrimonio de la Humanidad.
Hasta las 9 no sale una excursión que hemos contratado, por lo que nos da tiempo de hacer un montón de fotos desde la terraza del camarote y desde el puente de cubierta.
Es impresionante el paisaje que se ve desde la altura por la que va desplazándose el autobús. Es una buena prueba para mi vértigo. Además las carreteras son muy estrechas, aunque bien asfaltadas. Luego, al regreso, vamos por unas vias modernas y túneles.
El autobús para en un alto y llegamos al pico de Torre, desde donde vemos un bonito y exhuberante paisaje. 
Seguimos subiendo por esas estrechas carreteras y llegamos al Cabo Girao, el segundo más alto de Europa, con más de 500 metros de altitud. Allí mismo hay un balcón para asomarse y da verdadero vértigo hacerlo.
El paisaje es increiblemente bello, las montañas altas y verdes, casitas en las laderas, terrazas y terrazas cultivadas de plataneros y vid, además de una cantidad inmensa de flores exóticas de potentes colores.
Acabamos la excursión en la Ribeira Brava, zona turística sobre el mar Atlántico. Es un pueblecito con su iglesia, tranquilas calles y un largo paseo bordeando el mar.Está llenita de puestos turísticos donde se puede comprar souvenirs.
De regreso a la capital, Funchal, vemos sobre todo calles peatonales, muchos árboles, hoteles, y lugares de ocio. Se ve una ciudad tranquila, cuyos habitantes viven sobre todo del turismo y la agricultura. 
Nos cuenta la guia que apenas hay inmigración, que los propios dueños de las tierras las cultivan ellos mismos. Lo que si hay es emigración: medio millón de personas (más de los que habitan la isla) viven en Sudáfrica y Venezuela.  Por eso hay aquí muchas casas vacías de gente de aquí que vive fuera y vuelve solamente una vez al año.
Volvemos a comer al barco y, de nuevo, desde el camarote, repasamos la ciudad que podemos ver ayudándonos de los prismáticos: puerto deportivo, cerca la sencilla catedral, el funicular, paseos verdes y, al fondo, las altísimas y verdes montañas.
Al abandonar el puerto, disfrutamos del espectáculo que nos ofrece la isla al atardecer, con un cielo tornándose de todos los colores mientras el puerto se ve lleno de gente practicando deportes naúticos y las gaviotas divirtiéndose a tope. Un espectáculo maravilloso. MADEIRA es una isla de ensueño.

Todo el día siguiente es de navegación y de regreso a España para desembarcar en Málaga.

LUXEMBURGO




Este pequeño país sólo lo visitamos de paso, a la vuelta de uno de los viajes realizados por Alemania.
Estuvimos en la capital del Gran Ducado de Luxemburgo durante unas horas nada más. Lo justo para comer, dar un pequeño paseo por el centro, comprar el billete de tren de regreso de la amiga que habíamos visitado en Alemania y tomar el coche para regresar nosotros a Valencia.

LUXEMBURGO

La capital es un lugar lleno de bancos, no en vano es un paraíso fiscal, con parques, calles llenas de elegantes tiendas y con un acueducto romano en lo alto de una loma que practicamente se divisa desde todos los rincones.
Después de dar un corto paseo, buscamos la estación de trenes para comprar el billete de vuelta de nuestra amiga para que pudiera regresar a Alemania y luego nos dirigimos a elegir un lugar donde poder comer pero que estuviera cerca de la estación porque teníamos poco tiempo.
Elegimos una pizzería, o sea, que no probamos nada típico del lugar, por lo que la sensación era la de estar en cualquier ciudad, incluso nuestra Valencia porque nada había que llamara la atención como para pensar que pudieras estar en ningun otro lugar del mundo.
Ninguna emoción especial tengo asociada a este lugar, no porque no fuera bonito sino porque, seguramente, lo primero que me viene a la mente es el recuerdo de tantos bancos en tan pequeño espacio y lo que representa de evasión fiscal y malas artes financieras.



                   

LITUANIA




El viaje a este país queda enmarcado dentro del crucero que hacemos con Pullmantur en agosto de 2010.
El puerto al que llegamos es KLAIPEDA, pequeña y tranquila ciudad que no presenta mas interés turístico que su plaza con un popular mercado de ámbar.
La excursión principal que nosotros hacemos consiste en recorrer algunas  aldeas en el campo. 
Visitamos una agradable granja en donde nos reciben tres señoras con los trajes típicos y nos cantan algunas de las canciones que cantaban cuando era la gente deportada a Rusia y añoraba su tierra. Nos paseamos por habitaciones que nos presentan folklore y aspectos de la vida popular de Lituana, finalizando con una entrañable despedida de la gente que nos recibió. Fue una experiencia muy emocionante para mí.
Después visitamos una granja que pertenecía a un inglés que fue agregado del Reino Unido durante los años de la guerra fría e incluso piloto durante la segunda guerra mundial. Ahora, convertido en granjero y hombre de bien, nos ofrece también un recibimiento con música y nos agasaja con  bebida y queso hecho en el lugar, además de abrirnos las puertas de su casa y regalarnos fruta recién cogida de sus árboles. 
Nos permite incluso visitar su casa por dentro y hay que reconocer que resulta muy acogedora en cada uno de sus rincones. Es sencilla pero confortable y llena de rincones que invitan a descansar. 
Antes de partir, nuestro anfitrión nos conduce a un cobertizo en donde hay fotografías de la historia del lugar y nos relata algunos aspectos curiosos de la vida de sus gentes. Para terminar nos ofrece colaborar con una escuela que acoge niños deficientes, comprando postales que reproducen dibujos hechos por estos mismos alumnos. 
Regresamos con el autobús a Klaipeda y en el mercado de la plaza del ayuntamiento compro una gran cantidad de souvenirs de ámbar auténtico y a un precio muy razonable.

2º VIAJE: agosto de 2012
Durante las vacaciones de verano de 2012, en un viaje organizado para recorrer las tres Repúblicas Bálticas, vuelvo a este país y en esta ocasión visito los siguientes lugares:
VILNIUS, la capital.
Es una ciudad tranquila y con muchos espacios verdes para disfrutar. Lo más destacado y turístico son los siguientes lugares:
La Catedral, de estilo neoclásico, con su espectacular campanario.
Iglesia de Santa Ana, la puerta del Alba, las callejuelas que conducen a la República de UZUPIS, barrio de artistas.
Y fuera de la ciudad visitamos TRAKAI, un lugar paradisiaco de islas y lagos. Imprescindible esta visita.





                       

                       

LETONIA




De este país solamente visitamos la capital, Riga, por estar incluida en el circuito del Crucero por el mar Báltico que hicimos en agosto de 2008.
RIGA
Como nos ocurrió con Tallin, esta pequeña ciudad nos sorprendió por su belleza y tuvimos que aprovechar bien el tiempo para verla porque solamente disponíamos de unas pocas horas de la mañana.
Menos mal que habíamos contratado el autobús que nos llevaría al centro porque el barco atracó un poco lejos de la ciudad y se nos hubiera ido el tiempo en llegar hasta allí.
Nada más bajar del autobús nos tropezamos con una plaza en la que se encuentran los edificios conocidos como las casas de las Cabezas negras (foto presentación). Eran dos casas de estilo art nouveau, llenas de esculturas que sobresalían sobre el rojo del color de sus fachadas. Puertas y ventanas originales y detalles por doquier. No se cuantas fotos les hice pero no podía parar de tanto que me gustaban.
Paseando por calles estrechas y pasadizos todo con ese aire medieval perfectamente conservado sobre sus calles adoquinadas, llegamos hasta una gran plaza llamada de la Libertad, con una escultura que allá en lo alto la representaba. Toda la plaza está rodeada de un bonito parque, con un riachuelo y bellos puentes que parecen de cuento.
Cerca estaba la torre de la pólvora, cuyo gris de la piedra se adornaba de hiedra y todo ello coronado de un cono rojo cuyo color contrastaba con el día nublado que nos había tocado en suerte.
Llegamos hasta la Catedral, cuyo ladrillo de color rojizo resaltaba y frente a ella edificios y más edificios de art nouveau, llenos de esculturas y detalles decorativos en puertas y ventanas.
Es una ciudad a la que tengo que volver para disfrutar del arte que encuentras en sus calles y edificios.  Es toda ella una obra de arte.
Otra vez la lluvia, unida al poco tiempo disponible, nos hicieron volver a la plaza en donde se encontraba la gente haciendo cola para tomar el autobús que nos llevaría al barco.

2º VIAJE: agosto de 2012
Nuevamente visito este país en el recorrido que hacemos de un viaje organizado por las 3 Repúblicas Bálticas durante las vacaciones de verano.
El hotel está en la ciudad nueva de RIGA, al otro lado del río que separa la nueva de la bellísima ciudad vieja. 
Están construyendo una espectacular Biblioteca, muy cerca de la orilla del río, que tiene una forma triangular muy original y que será la más grande de los países Bálticos.
Visitamos de nuevo los lugares emblemáticos del primer viaje, añadiendo el castillo de Riga, que no había visto la primera vez por falta de tiempo, lo mismo con un mercado grandísimo en donde puedes encontrar de todo y lo que si repito y no me canso de ver son los edificios más emblemáticos de art nouveau, esta vez con una visita guiada muy provechosa.
Fuera de la ciudad, otros lugares que recorremos de Letonia son: el parque nacional del rio Gauja, el castillo de Turaida, el de Sigulda  y la famosa playa de Jurmala. A destacar la visita al palacio de Rundale, de un lujo esplendoroso y rodeado de bonitos jardines, al estilo de Versalles.