viernes, 27 de abril de 2012

HUNGRIA


         HUNGRÍA

El viaje a este país fue en diciembre de 1999 y se limitó a la capital, Budapest, aprovechando el viaje que hicimos para visitar a Elena cuando estaba estudiando en Austria.
BUDAPEST, dos ciudades en una.
Los pocos días que permanecimos en esta ciudad fueron suficientes para visitar los lugares más emblemáticos y disfrutar de los paseos por sus calles y jardines. Las dos ciudades que la forman son Buda y Pest, separadas por el grandioso río Danubio y unidas a su vez por numerosos puentes. El primer puente fijo que se construyó fue el conocido puente de las Cadenas, que suele ser el que se presenta siempre simbolizando a la ciudad y al que dan acceso unos espléndidos leones de granito.
Es imprescindible visitar los siguientes lugares :
-Palacio y barrio de Buda, que se encuentran en lo alto de una inmensa colina desde  la que se puede admirar magníficas vistas de la ciudad y del río. Se puede subir en un funicular y merece la pena dedicarle unas cuantas horas a este paseo porque el barrio del castillo es muy bonito y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988.
Una de las visitas que hicimos por esta zona fue a un lugar llamado el Laberinto, que nos costó encontrar porque no estaba en las guías pero a mí me lo había recomendado una amiga. Resultó ser un sitio muy misterioso y recordaba a las catacumbas, en donde tenías la sensación de estar perdida y por algunos rincones sonaba una misteriosa música que nunca olvidaré aunque no sería capaz de repetir ni tararear.
-El Bastión de los Pescadores y la Iglesia de Matías
Es un conjunto monumental que no tiene desperdicio por su originalidad, buena conservación y magníficas vistas. Desde uno de sus balcones se ve de frente y al otro lado del río, el magnífico Parlamento, una construcción neogótica símbolo de la ciudad y de una belleza extraordinaria. Visto por la noche, iluminado y reflejándose en el río, resulta espectacular.
En este recinto se encuentra la Iglesia de Matías, que merece la pena visitar. Por fuera es un conjunto muy bello, sencillo pero con un campanario gótico sobresaliente. Además es muy original el tejado de la iglesia que está hecho de tejas multicolores.
Por dentro esta iglesia es muy bella por sus columnas y arcos góticos. En el momento que nosotros realizábamos nuestra visita había un coro de niños entonando unos cánticos maravillosos que me emocionaron profundamente.
-Baños Gellert
Son famosas las aguas termales de Budapest por sus efectos terapéuticos. Hay varios centros termales pero el más famoso es el complejo balneario del Hotel Gellért, que alberga una piscina interior muy bella por estar rodeada de unos corredores de columnas art nouveau coronadas por unas barrigudas balconadas de forja y todo ello decorado con exhuberante vegetación.
-Café-restaurant New York 
Merece la pena tomarse algo en este lugar precioso, de ambiente retro, con lámparas imponentes y un decorado espectacular. Además se toca música en directo por algunos de los muchos rincones desperdigados en este inmenso local que te sumerge en el pasado.
                                          -------------------------------
La emoción más intensa que recuerdo de esta ciudad está asociada al coro de “ángeles” que escuché cantando en la Iglesia de Matías y el paseo por el bastión de los pescadores con sus magnificas vistas al río y al Parlamento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario